Hay palabras con las que uno puede cerrar los ojos y volar. Vane la había encontrado: FLUIR. Esta palabra tan cortita y liviana simboliza todo lo que queremos transmitir en la campaña: esa luz que se empieza a vislumbrar cuando se decide asumir la enfermedad y el compromiso de sanar por un lado, y lo que va sucediendo a medida que uno se anima a vivir el proceso.
Cuando la resistencia a curarse se debilita y poco a poco vamos cortando los hilos que teníamos aferrados, se comienza a fluir. Entonces uno se suelta, y despacito comienza a percibirse, a creer en sí mismo, en la vida. Fluir nos remite a esos mundos posibles que surgen cuando uno se entrega y confía en la recuperación. Es en esos mil sueños que comienzan a decirse en voz alta a medida que uno se va sintiendo más libre, más entero. Al fluir acá dentro, poco a poco se empieza a diluir la resistencia que generamos cuando atentábamos contra nosotros mismos. Hay calma, mucha luz, paz. Hay agua transparente y limpia. Hay cielo que resbala a medida que avanzamos, mientras queda atrás el agua turbia y esas ramas espinosas de las que habíamos estado aferrados, sin saber por qué, lastimándonos enteros.
Elegir fluir es hacer un pacto invisible con uno mismo: darnos la oportunidad de ser felices, aunque al principio estemos descalzos, aunque al principio las piedras nos duelan como si tuviéramos todo el cuerpo en los pies, aunque al principio el agua este fría, y todo nos empuje a salir. Hay que ser valiente y zambullirse entero. Después del chapuzón estallamos: sentimos todo el aire atravesándonos como si respirásemos por primera vez: volvemos a nacer. El proceso en el que uno se embarca es lento pero sin retorno, como aprender a respirar, como aprender a confiar en uno, y en los que nos cobijan: se puede dudar, van a existir pequeñas y grandes resistencias, se va a sentir vértigo frente al cambio pero el curso, el camino ya está marcado. Es entonces, cuando nos animamos a dejarnos invadir por la vida, por el querer estar sanos, que logramos ser libres.
Verónica
Verónica
1 comentario:
Vero... no has podido ser más precisa, cada una de tus palabras reflejan esos miles de sentimientos encontrados por la que atravieza a su manera cada persona enferma.
Pia y tú, a pesar que no han padecido la enfermedad, pero si han estado muy cerca de gente amiga, han querido acompañar a Vane en este reto de vida, son personas importantes en la vida de mi hija, que no solo las une una amistad, sino ese espíritu de artista, tan sensibles, que pueden percibir mas alla de lo que se ve, de lo que es evidente.
Gracias vero
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