domingo, 26 de octubre de 2008
¿Cómo saber si tengo anorexia y/o bulimia? ¿Cómo saber si mi hijo/a tiene?
lunes, 20 de octubre de 2008
30 segundos de nuestra campaña
Pía
Música original de Francesca Robbiano
Dibujos de Andy Riva
Editado por Pía Sicardi
jueves, 16 de octubre de 2008
LA DIETA MORTAL
Anorexia La Dieta Mortal
Presión social y causas sicológicas convierten inocente régimen para bajar de peso en enfermedad letal. Las víctimas en potencia se encuentran en los colegios.
CUANDO Jimena de Osma terminó el quinto de media en el colegio San Silvestre, en 1994, estaba resuelta a dos cosas: en el plano profesional, estudiar alta cocina en los EE.UU., y en el personal, empezar una dieta que la pusiera "regia". Lo primero se truncó porque la compañera con la que había planeado el viaje desertó a último momento. Lo segundo, que era un sueño compartido por las chicas de su promoción, acabó convirtiéndose en su peor pesadilla. La dieta y los ejercicios se convirtieron en la obsesión de Jimena. Si no estaba en el gimnasio haciendo sesiones extra de ejercicios, estaba en Wong atiborrándose de productos dietéticos y de tipo ligth. Por aquellos días, según sus familiares, Jimena era una estupenda cocinera que disfrutaba con ver a los demás degustando sus potajes. Pero lo raro era que ella misma no probaba bocado alguno. Había días en que su dieta consistía en comer, únicamente, la mitad de una hoja de lechuga. De 48 kilos bajó a 46, luego a 43, y siguió cuesta abajo a 39, 35...
Empezó a usar ropa holgada con el doble fin de sentirse más delgada aún y de que ello no despertara la preocupación de sus familiares. Cuando se miraba al espejo, no veía que sus costillas empezaban a asomar dramáticamente. Por el contrario, veía una mujer con algunos kilitos de más. De hecho, la anorexia nerviosa es una enfermedad que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso y por una imagen distorsionada del propio cuerpo (dismorfofobia). ¿Qué sentías? -se le pregunta. Tenía hambre y me provocaba comer, pero algo más fuerte que yo me lo impedía. Sabía que tenía que subir de peso pero temía engordar, pensaba que siendo gorda nadie me iba a querer. Sin embargo, tu vida giraba alrededor de la comida... En las noches no podía dormir, me la pasaba pensando en las calorías que consumía y en cuántos ejercicios debía hacer para eliminarlas. Si soñaba que comía, al día siguiente me embargaba un sentimiento de culpa terrible. Jimena bajó 24 kilos en tan sólo seis meses. Tenía 19 años y sin embargo su apariencia era la de una sufrida mujer de 40 años. Pesaba 27 kilos. Quienes la conocieron por entonces cuentan que su aspecto frágil y quebradizo contrastaba con sus ínfulas de superioridad, indiferencia y desprecio hacia los demás, y aseguran que de ella emanaba una poderosa energía negativa. La anorexia había devorado un lugar esencial de su identidad como mujer.
AMENAZA EN COLEGIOS
En su tesis "Trastornos alimentarios en mujeres adolescentes escolares", la psicóloga de la U. Católica Joan Hartley advierte que casos como el de Jimena se pueden encontrar -en estado latente- en las estudiantes de 4º y 5º año de secundaria tanto de colegios clase A como estatales de Lima. Su encuesta realizada en 1999 a 261 alumnas, arrojó que la mayor parte de ellas está insatisfecha con su imagen corporal, padece trastornos alimentarios intermedios que son inadvertidos por sus padres y que, además, invierten excesivas energías síquicas en el tema del control de la alimentación. Hartley usó dos variables: una objetiva (el peso de la alumna) y una subjetiva (la pregunta ¿cómo te ves a ti misma?). Al cruzarlas, quedó sorprendida. No sólo las chicas con sobrepeso veían sus rollitos, sino que incluso el 89 % de aquellas con peso adecuado a su talla se apreciaban gorditas, y el 76 % de las que tenían bajo peso también decían estar con kilos demás. Pero eso no es todo. El 45.2 % de las que sufrían de bajo peso severo también decían estar subidas de peso y, por lo tanto, ansiaban ponerse a dieta. Colegios como el Villa María y el San Silvestre empezaron a ofrecer a sus alumnas charlas preventivas sobre la enfermedad. Pero se detectó que éstas eran usadas por algunas alumnas para aprender estrategias de adelgazamiento. Preguntas del tipo ¿y cómo hacen esas chicas para adelgazar tan rápido? o ¿y esas pastillas las venden en cualquier farmacia?, las denunciaron y ahora los organizadores están revisando la metodología.
fármacos para quitar el apetito.
Para la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba), con sede en la Argentina y próxima a abrir una sucursal en el Perú, un primer paso es capacitar a los maestros en la prevención y detección temprana. Pero, ¿cómo descubrir a una anoréxica en potencia? La primera luz de alerta -dicen- la dan las alumnas que durante el recreo dejan intacta la lonchera argumentando que están a dieta. O aquellas que durante la clase de educación física realizan ejercicios o deportes intensa y compulsivamente con el único fin de bajar de peso. También las perfeccionistas, alumnas estrella, ejemplares, un tipo de personalidad que caracteriza a las anoréxicas. Las que pasan horas conversando sobre "la dieta de moda". Y las que -esto es más difícil de detectar- tienen conductas purgativas como la del vómito provocado. Según los especialistas de Aluba, los vómitos frecuentes producen un descenso del nivel de potasio en la sangre deteriorando el esmalte dental, provocando la caída de los dientes y hasta un paro cardíaco.
Pasarelas de modelaje, escuelas de danza y gimnasios son los lugares más frecuentados por las anoréxicas. Los entrenadores de los gimnasios ya las conocen. Ellas se embarcan en máquinas de ejercicios, rutinas de aeróbicos o speening de 3 a 5 horas seguidas, e incluso repiten el plato durante la noche. Actúan como autómatas -dice un entrenador-, concentradas en el ejercicio y en el número de calorías que aparecen en la pantalla de las máquinas. Se detectan entre ellas y hacen competencias de resistencia. Pero si les recomiendas que descansen, se irritan y te mandan al diablo. Y en el baño de mujeres -cuentan testigos- son frecuentes las conversaciones sobre las más audaces maneras de adelgazar. Entre ellas mismas se recomiendan "neutralizantes de sabor" para perderle el gusto a las comidas, laxantes, diuréticos y enemas para purgarse, así como poderosos fármacos supresores del apetito y antidepresivos que se venden en las farmacias sin prescripción médica. Por todas estas razones María Elena, de 36 años, ha dejado de ir a los gimnasios. Esta atractiva funcionaria de finanzas, está logrando salir del abismo en que estuvo desde los 14 años gracias a su sicoterapeuta, a un grupo de buenos amigos y a su fe en Dios. Al inicio mi meta era usar ropa de tallas infantiles. Pero cuando me di cuenta, estaba usando pantalones anchos para disimular los problemas que mi extremada delgadez me causaba al caminar. Los abrigos me pesaban, los cinturones de seguridad de los autos me hacían llagas en los hombros, sentarme en una superficie dura me causaba dolor. Sin embargo, era un placer para mi verme en el espejo del baño y contar una a una mis costillas con los dedos de la mano. Desde hace un año María Elena ha dejado de coquetear con la muerte. Ahora, simplemente, disfruta la vida lejos de dietas y balanzas. Y los temores a engordar son cosa del pasado.
PACIENTES IMPACIENTES
En un salón del Instituto de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, el jefe del departamento de niños y adolescentes, doctor Rolando Pomalima, preside una sesión de terapia familiar. En el primer semestre del 2000 cuarenta adolescentes fueron internadas por anorexia nerviosa y bulimia. Según Pomalima, hasta ahora la ciencia no ha logrado determinar las causas concretas de esta enfermedad. Pero hay factores concurrentes: presión social, familias disfuncionales, desórdenes de personalidad y factores genéticos y hereditarios que hacen que el problema tenga que ser abordado desde una perspectiva multidisciplinaria. Allí están las niñas, flaquísimas, impávidas, no abren la boca ni para comer ni para hablar. Sólo uno de los padres se anima a dar su testimonio: Nos dimos cuenta que Mariana estaba demasiado delgada un poco antes de que cumpliera los quince años. Pero lo pasamos por alto pensando que quería "estar flaca" para su fiesta. Hoy tiene dieciocho años y en las noches, desde mi habitación, escucho con dolor las bocanadas que ella trata infructuosamente de silenciar.
Gastón Agurto.
sábado, 11 de octubre de 2008
“TENGO ANOREXIA Y BULIMIA PERO NO QUIERO CURARME”
Seguro me dirás que nos adelgaza o nos mantiene delgada. No es un método muy eficaz para lograr ese objetivo, vivir entre la abstinencia y el atracón hace que el peso suba y baje constantemente y eso genera también inestabilidad en los estados de ánimo. Vivir en la abstinencia hará que bajemos de peso, pero como es típico de la enfermedad, no importa el número en la balanza, nunca estaremos satisfechas.
¿Cuál es el verdadero beneficio que obtenemos de la enfermedad?
PROTECCIÓN. Por algún motivo no estamos listos para hacernos cargo de nuestras vidas y tomar decisiones propias, dependemos de la opinión ajena, tememos mucho al fracaso, y sobretodo otros tienen la culpa de nuestros fantasmas y problemas.
En la adolescencia empezamos con este viaje de convertirnos en seres independientes, de ser nosotros mismos, la anorexia y bulimia detienen este proceso, nos protegen de crecer. Está comprobado que la falta de aceptación del esquema corporal impide el paso al mundo adulto. No queremos crecer porque eso significa romper dependencias familiares y miedos muy arraigados y aceptar que todo lo que nos pasa en la vida es NUESTRA RESPONSABILIDAD.
El tiempo sigue corriendo, nos convertimos en adultos, tal vez en profesionales exitosos, pero emocionalmente nos quedamos de 15 años, somos como adolescentes inseguros que necesitan de la aprobación de otro y una constante atención. Tarde o temprano esa brecha entre nuestro desarrollo emocional y el intelectual nos juega en contra. Al principio la enfermedad nos era útil; con el paso del tiempo, nos cobra un precio altísimo: nuestra vida.
DECIDIR CURARSE es sacarse la máscara de "a mí no me pasa nada, yo sé lo que hago, soy grande” y dejar de mentir, al resto y a uno mismo. Ese acto tan difícil es avanzar la mitad del camino.
Curarse, no es engordar, no es adelgazar, no tiene que ver con el cuerpo, curarse significa reunir tus partes, aceptarlas todas y convertirte en una unidad, con tus claros y oscuros pero convertirte en ti mismo.
Vanessa
jueves, 9 de octubre de 2008
Riesgos durante el embarazo
Consultamos a la Dra. Leticia Urdapilleta, del Dto. Psicología del CEGyR (Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción), quien nos asesoró en este tema. A este centro asisten muchas mujeres o matrimonios con problemas de fertilidad. La Dra. Urdapilleta nos comentó que no se hace tratamiento de fertilidad a una mujer que tenga anorexia avanzada. A estas pacientes se les explica que hasta que no estén compensadas no las podrán atender, dado que es un riesgo muy grande, tanto para sí mismas como para el bebé y su desarrollo. A estas personas se les recomendará que busquen ayuda profesional lo antes posible, para así poder someterse a los tratamientos adecuados antes de comenzar a intentar quedar embarazadas. El hecho de quedar embarazada cuando aún estuviera luchando por curarse podría ser perjudicial tanto para su salud como para la salud de su bebé. Deberá tenerse en cuenta que las mujeres que padecen de anorexia son más vulnerables a sentirse agotadas y deprimidas durante el embarazo, a causa del estado de malnutrición o desnutrición que presentan.
Las bulímicas son más propensas a quedar embarazadas mientras aún estuvieran padeciendo dicho trastorno alimentario, debido a que son capaces de mantener un peso saludable. Sin embargo, la acción constante de purgar los alimentos que han consumido podría traer como resultado que tanto la futura mamá como el bebé no estuvieran recibiendo los nutrientes necesarios, y por ello sería muy difícil que dicho embarazo llegara a término exitosamente. Un minucioso estudio clínico incluso pudo demostrar que las bulímicas eran dos veces más propensas a tener abortos espontáneos, si se las comparaba con mujeres que gozaban de un óptimo estado de salud.
El hecho de quedar embarazada mientras se estuviera padeciendo algún trastorno alimentario podría incrementar el riesgo de:
- Desarrollar diabetes gestacional.
- Padecer de preeclampsia (hipertensión durante el embarazo)
- Tener complicaciones durante el trabajo de parto.
- Necesitar una cesárea.
- Padecer de depresión post-parto (las bulímicas son particularmente vulnerables a ésto).
- Tener bebés que mueran dentro del plazo de un mes, luego de haber nacido.
- Dar a luz bebés con muy bajo peso.
- Padecer de ictericia (problemas con el hígado, la piel se pone amarilla)
- Presentar bajos valores de APGAR (examen que se le hace al recién nacido, de su frecuencia cardíaca, color de piel, tono muscular, esfuerzo respiratorio y reflejos)
- Poseer poco líquido amniótico.
- Sufrir separación de la placenta.
- Tener bebés con defectos de nacimiento; especialmente ceguera y retraso mental.
Pía
Agradecemos a la Dra. Leticia Urdapilleta por su asesoramiento.
lunes, 6 de octubre de 2008
Riesgos de la anorexia y bulimia en la fertilidad
A causa de la dramática pérdida de peso causada por la anorexia, muchas mujeres pierden sus períodos, y por ello les será imposible quedar embarazadas. En algunos casos, las mujeres que hubieran estado padeciendo anorexia por años, podrían llegar a perder sus períodos definitivamente, debido al daño permanente que les han inflingido por tanto tiempo a su cuerpo, alimentándolo escasamente y de una forma poco equilibrada. La concepción, la fertilización de un óvulo, la implantación y el llevar adelante exitosamente a término un embarazo se torna sumamente dificultoso y, en algunos casos, imposible.
• Amenorrea (ausencia de la menstruación)
• Ciclos menstruales irregulares.
• Deficiente calidad de los óvulos.
• Trastornos o problemas ováricos.
• Ambiente uterino inapropiado o desfavorable (debido a la mala alimentación durante la adolescencia, el útero está rígido y un bebe no puede desarrollarse en un útero que no se expande)
• Abortos espontáneos.
Algunos síntomas visibles
Las mujeres con anorexia usualmente dejan de tener períodos menstruales, tienen la piel demasiado seca y el pelo en la cabeza demasiado delgado. Les puede salir un vello fino por todo el cuerpo; pueden sentir frío todo el tiempo y enfermarse con frecuencia. Las personas con anorexia por lo general están de mal humor, tienen dificultad para concentrarse y siempre están pensando sobre la comida.
La sexualidad en una pareja
La mujer anorexica o bulimica suele tener mucha inestabilidad emocional. A medida que la depresión aumenta, disminuye la libido. Las mujeres con esta enfermedad se desfeminizan, esconden su cuerpo y su sexualidad. Como la imagen de sí mismas está distorsionada, se ven horribles, no quieren que las vea un hombre desnuda y tienen aversión a la cercanía corporal.
Pía
Agradecemos a la Dra. Leticia Urdapilleta por su asesoramiento.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Detrás del espejo
Llenos de angustia y tan tan solos miles de mujeres y hombres se encierran en sus mundos por miedo a no ser aceptados.
El problema no es la imagen, sino la comparación. No puede existir un modelo de mujer, de hombre, porque somos infinitos y únicos. Limitarnos a seguir viendo sólo una clase de belleza es destruirnos y encadenarnos, negar nuestra naturaleza única para atiborrarnos de angustia.
Relegados de nosotros mismos al aceptar que se nos asignen modelos a seguir, terminamos todas, todos, encerrados en una prisión desde la cual es muy difícil relacionarse, amar, vivir. Nos desconectamos en cuerpo y alma, de uno y del otro, cuando son un todo. De esta forma desistimos, renunciamos a confiar en nosotros, a ser libres y caminar el mundo creando, sea cual sea el campo en el que nos desempeñemos. Renunciamos a devorar el mundo felices para permanecer inseguros devorados por él, incapaces de quebrar las estructuras que pretenden darnos forma y siguiendo sumisos sus mandatos.
La cuestión es que preocupándonos por nuestra imagen y no por nutrir nuestro cuerpo y alma, nos desconectamos de nosotros mismos, de nuestros anhelos profundos, postergamos nuestra vida, nuestros sueños tapándolos con un bisturí o un atracón. Pero las heridas y carencias siguen ahí, así como la soledad tan intensa que ahoga. El miedo a no ser mirado y aceptado sigue rondándonos, acechando y jugando con nuestra hambre.
Mientras la inseguridad crece y lo invade todo.
Verónica
Daños dentales
Dentro de las principales manifestaciones bucodentales en los pacientes anoréxicos y bulímicos se encuentran:
- Descalcificación y erosión del esmalte
- caries extensa
- sensibilidad dental al frío y al calor
- alteraciones en la mucosa bucal y tejidos periodontales (1)
- sialoadenosis (2)
- xerostomía (3)
- pérdida de la integridad de las arcadas
- disminución de la capacidad masticatoria y antiestética,
- queilosis (4)
- mordida abierta anterior y restauraciones que sobresalen por encima de los dientes erosionados (pseudo-sobreobturación).
De todas las anteriores nombradas, quizás la mas frecuente y visible es la erosión dentaria causada por las sustancias ácidas del estómago que pasan por la cavidad bucal en el momento del vomito autoinducido. Con el tiempo esto provoca una perdida del esmalte dentario que recubre a los dientes con su consecuente aumento de la sensibilidad dentaria ante cambios de temperatura, sustancias dulces, ácidos, etc.
El tratamiento dental adecuado se basa en el aspecto multidisciplinario de estos trastornos así también como revisiones continuas, protección del esmalte con fluoruro y específicamente en aspectos de higiene.
(2) La sialoadenosis, Inflamación de las glándulas salivales.
(3) Xerostomía: Boca seca por mal funcionamiento de las glándulas salivales. Se presenta con ardor y dolor en la lengua, saliva espumosa y viscosa, aumento de la sed y aparición de fisuras en la comisura de los labios.
(4) Queilosis: Trastornos de los labios y la boca Caracterizado por formación de escamas y fisuras provocadas por una dieta deficiente en riboflavina
Odontólogo. MN 27103
Especialista en implantes y blanqueamiento
Tel: 4786-7039
Mail: alegaetan@yahoo.com